Escribir, un hábito poderoso.

Una de las cosas de las que más me alegro de haber incluido en mi rutina es el hábito de escribir.

Y te preguntarás, ¿escribir exactamente que?

Escribirlo todo. Me explico.

A lo largo del día pasan muchas cosas por nuestra cabeza, ideas, sensaciones, proyectos, tareas que tenemos pendientes… Algunas de ellas muy importantes.

Y habrá algunas cosas de las que nos acordaremos pasado un tiempo. Pero que puede ser, ¿el 20%?

A menos que tengas una memoria prodigiosa, entonces igual no te hace falta.

Pero en mi caso por lo menos no la tengo, a si que tuve que buscar alternativas. Y mi solución ha pasado por escribirlo todo.

Lo que os puedo decir es que al principio os parecerá muy tedioso y igual no lo veis práctico, pero con el tiempo os acostumbraréis y empezaréis a daros cuenta de los beneficios. Que son los siguientes:

  • Mejor memorización (está comprobado que el cerebro asimila mucho mejor la información si es escrita, sobre todo manualmente).
  • Tendréis un mejor entendimiento de vosotros mismos.
  • Os daréis cuenta rápidamente de en que estáis perdiendo el tiempo y que tenéis que mejorar.
  • Tendréis un registro de todo lo que habréis aprendido y os ayudará a no repetir errores en el futuro.
  • Tener vuestras metas diarias, semanales, mensuales y anuales hará que podáis enfocaros en ir superándolas (y no hay mejor sensación que tacharlas de la lista)
  • Ayuda a liberar la mente de las preocupaciones del día a día y te hace mirar tus problemas con perspectiva.
  • Es un buen ejercicio para tu mente y te ayuda a ser más creativo.

Seguramente podría poner algunas más pero creo que son las ventajas más importantes (o por lo menos de las que me he podido dar cuenta yo mismo).

En fin, espero haberte influido aunque sea un poco para que escribas cada vez más. A mí me ha ayudado muchísimo hacer ese cambio y espero que también sea tu caso.