Hay algo que siempre tenemos que tener claro. Y es que la gente no va a respetarte si no tienen porque. Si tienen algún interés en mostrarte respeto y pueden sacar algo de ello, entonces tal vez lo hagan. Pero aun así en su cabeza puede que no sientan el más mínimo respeto hacia ti.
La única manera de que realmente se te respete es respetándote a ti mismo. Y para ello en primer lugar necesitas sentirte digno de respeto. Si has sido un perdedor toda tu vida y no has hecho nunca nada de provecho de ti mismo entonces es complicado que tu mismo te respetes. En ese caso deberías cambiar tu rutina y tener hábitos que diarios que con el tiempo te puedan convertir en la persona a la que aspiras ser.
Si no es el caso, es posible que simplemente eres demasiado bueno y antepones los intereses de los demás a el tuyo propio. Y aunque esto pueda parecer lo correcto, por desgracia ser la excepción en un mundo sumamente egoísta es estúpido.
Puedes ayudar a los demás, y es más deberías, pero solo si la otra persona te muestra el respeto que mereces y no perjudica tus propios intereses.
Si alguna de estas dos cosas faltara, desde luego no deberías nunca aceptar una proposición o juntarte con esa persona.
Puede ser difícil en algunos casos pero es lo mejor que podemos hacer. Nuestro tiempo es limitado y solo deberíamos juntarnos con gente que nos valora, quiere y aporta.
Además una vez que demuestres respeto por ti mismo, esas personas que tal vez no te respetaban lo suficiente seguramente empiecen a hacerlo. Y en ese momento serás tú quien elija si perdonar a esa persona o simplemente seguir tu camino.